Sunday, April 02, 2006

La Iglesia que quizo Jesucristo en la Europa de todos sus Santos en los primeros días


No intento que esto sea un "post" religioso ni mucho menos. Tampoco pretendo convencer a nadie de mis creencias ni de mis ocasiones de incredulidad. Tengo seis meses viviendo en Barcelona, de los cuales he invertido una hora (algunos domingos) en llenar mi vida espiritual con la celebración eurcarística que legó mi Señor Jesús, cuando compartió juntos a sus hermanos discípulos en la "Ultima cena" (la de Cristo, no la de Da Vinci).

El punto es que, mientras más años de cristianismo tengan los europeos, menos está la presencia del Hijo de Dios en sus vidas. Todo parece una práctica monotemática que transcurre en 60 minutos de larga duración: un público frío con edad media de 85 años, salpicado con matices jóvenes de evidente procedencia latina; una música orgánica (de órgano) interpretada por un individuo que parece extraído de una novela de Stephen King; y un cura (o zazerdote) que, para transmitir el amor del Padre de la Creación, debe leer cada punto, cada coma, de una cuartilla previamente preparada y estudiada.

La humilde Parroquia queda en la misma calle de mi piso. O mejor dicho, a menos de cien pasos de donde vivo. Lleva el nombre de San Lorenzo, y para los que han asistido a misa en mi natal Santo Domingo, las ceremonias de esta Iglesia son más tortuosas que las de la Fantino Falco en Naco. Como siempre digo: "los feligreses de allí están muertos y no lo saben". Tantos esfuerzos colombinos para evangelizar al Nuevo Mundo, que el Viejo Continente quedó exento de la Palabra de Dios. O al menos la agotó en la Inquisición. Te puedo asegurar que aquí no encontrarás cantos de alabanzas ni adoración explícita. Mucho menos esperes el toque de las manos en la oración del Padre Nuestro.

Dónde habrá ido a parar el entusiasmo por tener un Cristo resucitado? Quién apagó la hoguera de enseñanza que dejó Jesús a los hombres? La Iglesia? Nosotros mismos? El mal que nos arropa? La falta de tiempo? O esto también es culpa del PPH?

Me enorgullece sentir que pertenezco a una Iglesia viva, con un Jesús presente, alegre, resucitado, que me sostiene y me libera del pecado del mundo. Esta religión de la que hablo, la que siento, quedó allá, en los pueblos conquistados, marginados, en vías de desarrollo. Aquí en Europa está casi muerta, con todo e intelectualismo, cero tasa de inflación y Seguridad social asegurada. Necesita rápidamente una sesión de descargas eléctricas directas al corazón, o quizás ir pensando en trasladar la sede del Vaticano, con todo y Papa, a una tierra "más prometida".

2 Comments:

At 8:00 AM, Anonymous Anonymous said...

Here are some links that I believe will be interested

 
At 10:08 PM, Anonymous Anonymous said...

Really amazing! Useful information. All the best.
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