Monday, April 03, 2006

Una muestra de lo que vendrá


Estamos comenzado abril, a trece días de haber cruzado la línea primaveral de marzo. Ya el frío barcelonés no molesta como a principios de año, que hasta los pensamientos quedaban helados y la brisa entumecía los huesos. La ciudad está cambiando, o al menos nuevas cosas se están viendo, y en parte se debe al cambio de clima. El Sol, cual satélite Bendito con sus rayos microondas por naturaleza, ilumina las avenidas con tal potencia durante el día que ya casi asoman en las frentes algunas gotas de sudor. Indudablemente, los cuerpos en Barcelona se están calentando y las demostraciones son públicas, con audiencias, de varias presentaciones y sin "cover".

Hoy la Diagonal casi se pone oblícua. Una pareja heterosexual, con él y ella, varón y hembra, logró ruborizar hasta al más atrevido. La verde grama (pasto grueso, césped tupido) les sirvió de escenario para su "performance" de amor. Ella boca arriba, él con su boca en la de ella, las manos inquietas, las piernas abiertas para recibir y dar la bienvenida. Toda una demostración de cariño en dos seres que no ocultaban su juventud pero tampoco sus ansias y deseos. Parecían dioses romanos que ponían de manifiesto su aventura romántica. Yo soy Vulcano, tú eres Venus.

Las carpetas con el logo universitario evidenciaban que estaban en receso de clases, y al mismo tiempo les funcionaban como almohada. Las miradas se cruzaban en momentos de distancias, que rápidamente volvían a unir con largos recorridos de labios y dedos. Los besos parecían sellos divinos, que hacían olvidar las cátedras de cualquier profesor. Los dedos investigaban, hurgaban en lo más profundo, buscando etiquetas de marca, o algún desperfecto de fábrica. Todo a su alrededor parecía casi inexsistente, paralizado en su tiempo, el de ellos. Sin embargo la gente seguía igual. El autobús se detenía, recogía y continuaba su marcha. La boca del metro expulsaba personas, al mismo tiempo que se las tragaba. Pero él y ella se profesaban caricias, endulzaban sus anhelos, actuaban libremente.

Algo está sucediendo en Barcelona. Las cosas ya son distintas. La perspectiva ha cambiado, los ánimos han tomado un rumbo sin paradero y comienza una metamorfósis "kafkiana". Algunos hablan de efectos que sólo conocen las civilizaciones regidas por temporadas climáticas. Un latino nunca comprendería tal "display", como si fueran peces en un acuario, o conejitos reproduciéndose en una vitrina. Estoy convencido que este calorcito tiene mucho que ver. El Sol no puede alegar desacato, ni prorrogar su implicación. Luego veremos cómo se comporta el verano. Esto sólo ha sido una muestra de lo que vendrá.

2 Comments:

At 8:00 PM, Anonymous Anonymous said...

Si eso es en primavera, que será en el verano? Verdaderamente el calorcito turns on the heat of passion. Sí, los latinos jamás harían conciertos de su amor en plena luz del dia... pero en las noches y a oscuras, en las sombras, en lo escondido, their display es entrevisto.
Display or no display, frio o calor, todo es cuestión de actitud.

 
At 2:38 PM, Anonymous Anonymous said...

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