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Mi blog canta:
"Aunque tú me has dejado en el abandono, aunque ya has roto todas mis ilusiones/En vez de maldecirte con justo encoro/En mis sueños te colmo, en mis sueños te colmo de Bendiciones/Sufro la inmensa pena de tu extravío/Siento el dolor profundo de tu partida/Y lloro aunque sepas que el llanto mío tiene lágrimas negras/Tiene lágrimas negras como mi vida"
A pesar de todas las cosas que veo, siento, huelo y percibo; a pesar de tantas historias, circunstancias, sucesos, tragedias y alegrías; por encima de la Reforma, los impuestos, la Navidad, los regalos y desencantos; a pesar del compromiso, del anillo, de la felicidad, de las libras de más y el sosiego; no han importado los tapones del tránsito, los vendedores de frutas, pecesitos, estuches y cargadores de celulares; a pesar de los niños y perros realengos, los limpiadores de vidrios, los minúsválidos sin rostros, los mendigos y los Políticos; por encima del chinero, del friturero, del machante de víveres y a pesar del asesinato del cambista.
Con tantas palabras por escribir, significados que rebuscar y crónicas que hilvanar; después de haber caminado tanto por manzanas cuadriculadas y ahora conducir demasiado por calles (des)señalizadas. Hoy que me brotan las opciones para ser cínico y divertido, pesimista y aburrido, he abandonado esta versión "español-inglés".
Mi necesidad ya no se manifiesta en la necedad de redactar. El desamor inspira poesías; la lejanía aspira tener compañía. Y este blog, mientras tanto, llora lágrimas negras en el abandono.